La combinación con
más proteína:
maíz y legumbres
Vegetarianos y veganos saben que el maíz
es una fuente de proteína. Pero dado que los
alimentos de origen vegetal por separado no
contienen todas las proteínas importantes
deberían combinarse varios.
Y en ese sentido hay un dúo imbatible. ”La
mejor combinación para el maíz son las
Pollo asado en japonés
se dice “yakitori” con sésamo Por Julia Uehren (dpa)
El pollo no se prepara del mismo modo en
cualquier lugar del mundo. En Japón suelen
untarlo en una salsa agridulce e intensa, asarlo
y comerlo de un pincho, tal como se lo puede
ordenar en muchos restaurantes de sushi. De
todos modos, ¿por qué esperar la gran salida
para probarlo? También se puede hacer en
casa.
La salsa teriyaki, que se prepara con salsa
de soja, mirin, sake y una buena porción de
azúcar, hace que la carne del pollo brille y no
pierda esa consistencia tierna sobre el fuego.
Cuanto más se cocine la salsa, más intenso
será su sabor. Lo ideal es untar las porciones
de pollo el día anterior en la salsa para que se
marinen muy bien.
Puede condimentarse con cebollita de verdeo,
que le aportará un sabor fresco a la receta,
y con semillas de sésamo, que le sumará un
tinte a nuez. Para los amantes del picante,
se puede optar por ají espolvoreado sobre la
carne.
legumbres como garbanzos o lentejas”, dice
Annabel Dierks, experta en nutrición.
Además de proteínas, los granos amarillos
tienen mucho más para ofrecer. “El maíz
provee beta-caroteno, un precursor de la
importantes”, señala Dierks. Cuando no es
temporada de maíz, se lo consigue congelado
o en lata.
Para cocinar rápido es ideal la harina de maíz
o la polenta. Con ellas se puede preparar un
puré sabroso o dulce, croquetas o bastones de
polenta fritos. Los ingredientes principales son
harina de maíz (o polenta), agua y condimentos.
el mismo modo en
Ingredientes para dos personas:
3 dientes de ajo; 5 cm de jengibre; 2 cucharadas
de aceite de sésamo (oscuro); 50 gr. de azúcar
(moreno); 150 ml de salsa de soja; 150 ml de
mirin (como alternativa puede ser vino Oporto);
50 ml de sake (o sherry/jerez seco); 2 palitos de
cado uno); 2 cebollitas de verdeo; 2 cucharadas
de semillas de sésamo (tostadas); 1 cucharada de
ají picante molido.
Preparación:
1. Pela los ajos y el jengibre y córtalos en trozos
grandes. Presiona un poco los dientes de ajo con
el mango del cuchillo para que desplieguen mejor
su aroma, y luego dora ambos ingredientes en el
aceite de sésamo en una cacerola a fuego lento
durante unos 10 minutos.
2. Añade el azúcar, la salsa de soja, el mirin y
el sake y revuelve hasta que comience a hervir
y el azúcar se haya diluido. Deja que se cocine
durante al menos una hora sin tapa a fuego muy
lento (también puede ser más tiempo) hasta que
la salsa se espese. Deja enfriar.
3. Humedece bien los palitos de madera en
agua para que después no se quemen. Lava las
pechugas en agua corriente y sécalas. Corta la
carne en tiritas y pínchalas en forma de ola en los
palitos (como alternativa, puedes cortar la carne
en dados). Pásale a la carne la salsa con un
pincel, siendo generosa con las cantidades.
4. Pinta una sartén con un poco de aceite y ponla
en el fuego. Cuando esté caliente, dora los palitos
con los trozos de pechuga cambiando de lados
para que se doren todas las caras. De vez en
cuando puedes añadirle salsa a la carne.
5. Lava los cebollines, sécalos y retira la parte
más oscura y las raíces. Luego pícalos en líneas
6. Antes de servir los brochettes, vuelve a pasarles
un poco de salsa con el pincel y decóralos con
cebollita, semillas de sésamo tostadas y ají picante
a gusto. El resto de la salsa puedes servirla en la
mesa como condimento adicional.
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