Cómo evitar que
los alimentos se
conviertan en fuente
de intoxicación
Las razones para esta medida preventiva: las
posibles sustancias nocivas se vuelven inofensivas
durante la cocción de la carne. Pero si este líquido
de descongelación alcanza alimentos que no serán
calentados o cocidos, puede volverse peligroso.
Otros alimentos en los que se requiere cuidado
son germinados, arroz cocido que permanece
sin refrigerar y las ensaladas precortadas del
supermercado.
“A partir del proceso de cortado, se genera una gran
multiplicarse bien en el clima frecuentemente
húmedo de la bolsa”, explica Gomm.
Los alimentos que presentan moho deben ser
siempre descartados por completo. Porque,
aunque se corte y separe el moho visible, es común
que siga habiendo una red invisible de moho que
atraviesa los alimentos.
Quien al descartar alimentos se oriente por las
fechas, debe diferenciar entre la fecha preferente
de consumo y la fecha de caducidad.
La fecha de consumo preferente indica el tiempo
mínimo que duran los alimentos sin abrir si son
correctamente almacenados. En cambio, la fecha
de vencimiento brinda información acerca de
cuándo a más tardar debería ser consumido un
alimento.
Por lo tanto, si bien el plazo límite debe tomarse
en serio en el caso de la fecha de caducidad o
vencimiento, no es necesariamente inamovible en
la fecha de consumo preferente.
Ute Gomm menciona como ejemplo que un yogur
que está en su empaque original y refrigerado
se mantiene incluso semanas después de lo
Por Sophia Reddig (dpa)
y tampoco huele mal. Sin embargo, ya hace
un par de días que está en la nevera, ¿debería
arriesgarme a comerla?
Al igual que tantas otras veces en la vida, la única
respuesta posible es: depende. En este caso
concreto, que tal vez muchos experimentaron de
esta manera o de forma similar, hay que contemplar
necesariamente un aspecto, que es que muchas
veces las apariencias pueden engañar.
O, según las palabras de la experta en nutrición
Ute Gomm: “En muchos casos se ve o se huele si
los alimentos aún están en buen estado, pero no
en todos los casos”.
Por ejemplo, si algo está contaminado con
salmonella, quienes lo hayan consumido solo
lo notan cuando ya es demasiado tarde, porque
los alimentos huelen y tienen un aspecto normal.
Pero posteriormente el cuerpo reaccionará con
descompostura, dolor de estómago, vómitos y a
Los expertos diferencian entre una infección
alimentaria, provocada directamente por bacterias
o virus, y una intoxicación alimentaria, durante
la cual las bacterias forman toxinas que luego
provocan los síntomas.
“En ambos casos ayuda beber mucho y
descansar”, indica el profesor Heiner Wedemeyer,
gastroenterólogo y portavoz de la Sociedad
Alemana de Gastroenterología, Enfermedades
Digestivas y Metabólicas.
De esta manera, puntualiza el especialista, se
puede ayudar al cuerpo a eliminar las sustancias
nocivas del tracto digestivo.
Recursos caseros, como beber refresco de cola
o ingerir galletitas saladas sin grasas, también
ayudan. “La bebida de cola tiene un ligero efecto
de estreñimiento y, de hecho, puede aglutinar
Wedemeyer. “De esta manera se puede aliviar un
poco el cuerpo”.
En tanto, comenta, las galletitas o palitos salados
son fácilmente digeribles y le proporcionan sal al
cuerpo. En caso de que los síntomas no mejoren
después de dos o tres días, advierte que debería
recurrirse al médico en busca de asesoramiento.
Diferente es la situación cuando el problema
se da en niños y niñas, personas mayores y
con enfermedades preexistentes. Wedemeyer
explica que en estos casos debe actuarse más
rápidamente.
“Cuando aquí los síntomas no mejoran en el lapso
del primer día o se suman mareos y pérdida de
la orientación, los enfermos deben concurrir
directamente al médico”, señala.
Pero, ¿cómo se puede evitar realmente llegar
a este extremo? “Hay un par de alimentos a los
que se debe prestar especial atención”, asevera
Gomm. Entre estos se cuentan la carne, el
pescado, la leche, los productos lácteos y los
huevos crudos. “Así que yo tendría cuidado con los
helados, los productos con crema, las ensaladas
con mayonesa, carne, pescados o mariscos, los
adobos y las salsas, por ejemplo”, dice Gomm.
La experta recomienda además, en lo posible,
almacenar y preparar por separado los alimentos
delicados. Es decir, quien descongele carne en
la nevera, debería observar que el líquido que se
despide no entre en contacto con otros alimentos.
Esto por ejemplo puede evitarse almacenando la
carne en el compartimento más bajo.
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