Muebles que
fomentan la
independencia
de los niños
Los muebles muy bajos pueden ser una tentación
de trepar, por lo que no está de más colocar algo
acolchado o mullido alrededor, por si los niños en
algún momento se resbalan.
”Los percheros a la altura de los ojos infantiles
y los armarios abiertos también fomentan la
participación de los niños en las decisiones”,
agrega Donath, quien recomienda, también en
con que haya dos piezas de cada tipo de prenda,
es decir, que puedan elegir entre dos pantalones,
dos camisetas y dos pulóveres”, precisa.
“Para evitar tener que cambiar constantemente
de muebles a medida que los niños crecen
es recomendable elegir una serie de muebles
módulos de estantes que pueden ir combinándose
de distintas maneras, según Donath. Las camas
bajas pueden ir “creciendo” con los niños, por
ejemplo, “con pies o soportes que vayan en
aumento y cajones debajo de la cama”, aconseja
Scharrenbroch.
Muchos de estos muebles pueden comprarse por
Internet, pero “no está de más evaluar la calidad
en una tienda”, insta Kalbitz. Precisamente
cuando se trata de muebles que debieran
adaptarse y durar con el paso del tiempo, sería
bueno tener en cuenta este factor.
Por Evelyn Steinbach (dpa)
Hoy en día, los muebles para las habitaciones de
los niños se ven supermodernos y tienen diseños
muy atractivos, pero eso no es lo principal. Lo
central sigue siendo lo subyacente, una idea
muebles pueden fomentar la independencia de
los niños desde pequeños.
Las camas bajas, los estantes abiertos, los
percheros que están a la altura de los niños
responden a un diseño basado en un principio
Montessori. Les permite acceder con libertad
a lo que necesitan en sus tareas cotidianas y
promueven de ese modo el desarrollo infantil.
“El mobiliario está pensado a partir de la altura
Muchos de estos muebles están pensados a
partir de de esa concepción pedagógica, que
puede aplicarse ya desde muy temprana edad.
“Cuando un niño nace, puede descansar y
conciliar el sueño en un nido pequeño, la Cestina,
que se coloca en el suelo para que los recién
nacidos puedan percibir el espacio y lo que los
rodea desde su altura visual”, señala Donath.
Montessori. “Es importante que los niños, a
peligrosas, no sientan limitaciones”, dice Donath.
En un primer momento, el colchón se coloca
sobre el suelo para que el niño decida si se
quiere recostar.
“Después de los dos años o dos años y medio,
el colchón puede ir sobre una cama baja, dado
que los niños ya caminan y pueden subir o bajar
solos”, dice Donath, que señala que el tamaño
del colchón no es importante, pero sí la altura de
la cama en sí. “Debe corresponderse a grandes
rasgos con las capacidades motrices del niño”.
bajas que simulan ser una carpa o una casa.
“Las varillas que rodean la cama le transmiten
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al niño una sensación de contención, como si
fuese una pequeña casita”, describe Christine
pueden decorarse con paneles laterales o
superiores, a modo de techo, y a las varillas se
las puede adornar por ejemplo con guirnaldas de
luces.
Si bien en ese caso los niños no suelen verse
recomienda colocar otro colchón o una alfombra
mullida al lado de la cama “para evitar una caída,
ya que caer de unos pocos centímetros ya podría
generar una herida”, argumenta.
Entre los dos y los seis años puede ser muy
útil tener estantes abiertos y no tan altos, “para
permitir que los niños pequeños se paseen por
delante y elijan los juguetes que quieran”, dice
Donath. Por supuesto, es fundamental que los
la pared.
Los padres deberían asimismo hacer una
preselección. “Con que tengan tres o cuatro
indica Kalbitz. De ese modo, los niños se
entretendrán y concentrarán más en una
desparramadas en el suelo, menos posibilidades
hay de que se tropiecen”, añade.
En toda habitación infantil
debería haber una mesa y sillas,