Se puede aprender a
ver el vaso medio lleno
Algunas personas ven siempre el vaso medio
vacío en lugar de medio lleno. Son personas
que tienden a ver lo malo en muchas cosas.
No están contentas cuando el sol reluce porque
ya les pesa ver que hay una previsión de lluvia
para los próximos días. No escuchan cuando
se les elogia en el trabajo, sino que solo oyen
cuando se les critica.
Estos patrones de pensamiento se suelen
aprender en la infancia y, por tanto, son
difíciles de cambiar, explica el psiquiatra y
psicoterapeuta alemán Andreas Hagemann,
quien apunta asimismo que hay formas de salir
de esa espiral negativa.
El papel de la educación
El experto cree que la educación desempeña
un papel importante en el desarrollo de ese
pensamiento negativo. Es probable que
la mayoría de las madres y padres estén
familiarizados con la siguiente situación:
cuando uno está ocupado y el niño se acerca
porque quiere algo, a veces se reacciona con
brusquedad y se le espeta: “¡Vete ya, por favor!
¿no ves que molestas?”.
Los pequeños guardan estas situaciones
de forma inconsciente. Si ocurre de forma
mente la convicción de que es molesto y no es
digno de la atención de su padre o de su madre.
“Si el niño se habitúa a pensar de este modo
convierte en un problema”, comenta el experto.
Por eso es importante escuchar al hijo y ser
cariñoso en la crianza, señala Hagemann. De
este modo, los padres transmiten patrones
de pensamiento positivo y ayudan a sus hijos
a aprender a tener una imagen positiva de sí
mismos.
Cuando los padres están deprimidos
Esta situación es especialmente difícil para los
padres que sufren depresión, ya que, según
Hagemann, sus hijos tienen un mayor riesgo de
desarrollar también este síndrome.
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Por un lado, se cree que las tendencias
depresivas son hereditarias, pero esta situación
también puede tener otro origen. Si los padres
les mostraron de pequeños que los patrones de
comportamiento depresivo son una “forma” de
afrontar los problemas, es posible que los hijos
los practiquen de forma inconsciente, señala el
experto.
“Además, los padres deprimidos suelen ser
incapaces de dar a sus hijos lo que hubieran
necesitado en términos de habilidades -como la
resiliencia y la autoestima- a nivel emocional
debido a las limitaciones causadas por su
enfermedad”, agrega.
Sin embargo, “nunca se puede decir que un
factor concreto sea el culpable de que se
produzca una depresión”, apostilla. En su
opinión, hay factores genéticos y ambientales,
que solo cuando se juntan dan pie a que surja
la enfermedad. “La situación mundial actual,
por ejemplo, causa mucho miedo y es un claro
factor ambiental”, explica.
Diario de la felicidad para romper patrones de
pensamiento
¿Cómo se pueden romper los patrones de
pensamiento negativo en la vida cotidiana?
“Se pueden hacer pequeñas cosas”, aclara
Hagemann, citando como ejemplo un diario de
la felicidad. “Para ello, hay que detenerse unos
que le ha hecho feliz esa jornada”. Pueden ser
detalles como un delicioso capuchino, la sonrisa
de un vecino o un pájaro que uno observó en un
momento del día.
“El problema es el siguiente: si la persona
está muy centrada en lo negativo, apenas se
da cuenta de lo positivo en la vida cotidiana”,
explica el psiquiatra. Pero si uno lo hace de forma
consciente, puede entrenar esta percepción
para volver a ver lo positivo en la vida cotidiana.
“También puede hacerlo contando a su pareja
sus experiencias positivas: la interacción
refuerza esta percepción”, añade.
dpa / Quelle: Deutsche Presse-Agentur GmbH / Copyright: dpa
Por Tom Nebe (dpa)