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En nuestras manos está salvar sus vidas
Últimamente, es habitual enterarnos en los medios de comunicación sobre
actos delictivos cometidos por adolescentes muy jóvenes. Algunas de estas
noticias son de gran impacto y graves consecuencias. Un par de estas
víctimas eran niños en la antesala de la adolescencia ultimados por impactos
de bala en Winston Salem, en Carolina del Norte. Los padres de estos
muhachos nunca imaginaron que algo así podría haber sucedido. Eso nos
hace preguntarnos sobre la delincuencia juvenil. Esta es una cuestión de vital
importancia para la sociedad en su conjunto. Una comunidad sana respeta las
normas de convivencia y también a las personas jóvenes que son el futuro de
cualquier país.
¿Qué estamos haciendo mal? ¿Cuáles son los factores de la
delincuencia? Y sobre todo ¿cómo podemos evitarlos?
Son muchos los factores y necesitaríamos mucho tiempo para explicarlos.
Pero por lo pronto, te puedo dar algunos consejos que te pueden servir.
Si crees o sospechas que tu hijo o tu sobrino está en malas compañías,
empieza a tomar acciones.
1-Ningún menor tiene derecho a la privacidad. Es tu obligación revisar su
cuarto, su mochila y su celular. De esa manera lo tienes monitoreado.
2- Si se llegara a dar el caso de que le encuentras un arma, no tengas
miedo y quítasela; es lo mejor que puedes hacer; con eso le estás salvando la
vida a otro menor y a tu propio hijo.
Si no sabes qué hacer, llama a la policía. Muchas veces es preferible ver a
nuestros hijos en una correccional de menores que MUERTOS.
3-Si ves que tu hijo se junta con otro menor que tiene mala reputación,
Recuerda que estos tipos de adolescentes
buscan niños con buen récord para pedirles favores como guardar armas y
cosas ilegales.
4- Mantén las llaves de tu carro bien cerca de ti, sobre todo cuando
duermes. Ellos son muy listos y muchas veces esperan que los padres estén
dormidos para manejar sus vehículos y llevar a otros adolescentes hacer
cosas que tú ni te imaginas.
llama a la policía inmediatamente. Con eso, tú no sabes si le estás salvando
la vida a alguien.
Seamos buenos padres, buenos vecinos, buenos tíos; salvemos a nuestros
niños de la muerte; si sabemos que nuestros adolescentes andan en malos
pasos, no los solapen. Recuerden que a lo mejor tu sobrino o tu vecinito anda
en malos pasos, pero tu hijo no y, si por algún motivo los ven juntos, sus
enemigos no distinguen quién es quién; la agresión es pareja.
en nuestras manos como sociedad poner los medios necesarios para evitar
todos los factores de riesgo de la delincuencia juvenil. Podemos caminar
hacia una sociedad más sana e inclusiva. Una sociedad más cohesionada y
que ofrezca más oportunidades para todas esas personitas que representan
nuestro futuro.
En nuestras manos está salvar sus vidas.
Si no tienes a dónde acudir, habla con un sacerdote o tu pastor; ellos te dirán
qué hacer. Siempre hay alguien que te dará apoyo.
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no acepta ninguna responsabilidad legal. Connie LPC
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